Estimada comunidad escolar:

Al iniciar el segundo semestre académico, les expreso mi saludo cariñoso, mi anhelo de que ustedes y sus apreciadas familias se encuentren bien y mi sentida gratitud por la importante y comprometida labor que están realizando por el bien de nuestros queridos hijos(as) y estudiantes.

En este período complejo y aciago para nuestras vidas, les aseguro que el principal esfuerzo de nuestro Liceo ha sido velar por el bienestar de todos los que componen nuestra comunidad escolar, acompañándolos y atendiendo sus necesidades, apoyando a quienes viven dificultades y garantizando la continuidad del aprendizaje de nuestros estudiantes.

Sinceramente, estamos muy agradecidos de la respuesta generosa que hemos recibido del personal del Liceo y de los padres y apoderados, para superar las dificultades del cambio súbito de un sistema de clases presenciales a otro online; la rapidez y disposición para abordar los cambios que esta pandemia ha significado en los procesos pedagógicos, incluso, en condiciones muy difíciles en algunos casos.  

Pero, es, precisamente, en las dificultades, cuando surge lo mejor de nosotros. Y, así, hemos constatado la cantidad de iniciativas interesantes y creativas que se están desarrollando, convirtiendo este duro momento, también, en una oportunidad de crecimiento profesional y de innovación para nuestro Colegio.

Sin embargo, la crisis sanitaria se ha seguido extendiendo y, también, sus duros efectos sociales y económicos. Y nuestra decisión es continuar apoyando a las familias que lo necesitan con mayor urgencia. Gracias a la gestión prudente y austera de los recursos y a la postergación de algunos proyectos, se ha podido cumplir con las obligaciones con todos nuestros colaboradores y con nuestros proveedores.

              Asimismo, con el aporte generoso de los cursos, del Centro de Padres y Apoderados del Liceo, de colaboradores y personas externas al Colegio, se ha podido ayudar económicamente, con alimentos y con fraternal compañía a muchas familias necesitadas.

Vivimos tiempos exigentes y, como siempre, debemos ser, extraordinariamente, fuertes, generosos, responsables y solidarios para que, juntos, podamos abordar y superar los problemas que nos aquejan y salir airosos de esta dura prueba.

Al comenzar, hoy, un nuevo semestre escolar, apelo, con fe y esperanza, a esas cualidades que han caracterizado a nuestro Colegio por más de una centuria, al espíritu bondadoso que, además, posee la cualidad de tener paciencia ante las adversidades, de afrontarlas y tener la certeza de que la solución llegará. Pero, principalmente, en este camino de éxitos y adversidades, los animo a expresar esa condición de personas buenas, que obran con amor, comprensivas, colaboradoras, empáticas y con fuerza de ánimo para servir, sostenidamente, en el tiempo.

Que, en estos tiempos de incertidumbre y dificultades, la certeza de que todos los esfuerzos y sacrificios que realicemos beneficiarán a nuestros queridos hijos(as) y estudiantes, nos dé la fuerza y la mística para superar estos problemas transitorios, siempre con la confianza puesta en Dios, que guía, con sabiduría y bondad, nuestros anhelos y nuestro caminar.

Deseo, para toda la comunidad escolar, un segundo semestre pleno de esperanza, fe, pujanza y de muchas satisfacciones.

Cordialmente.

                                                     Ricardo Yévenes Morales.

                                                                  Rector (s).

Independencia, 17 de agosto de 2020.